miércoles, 12 de octubre de 2016

Feminismo hoy, como ayer

1. Juan Terranova escribió una breve nota para la Revista Paco en la que define lo que para él es el feminismo hoy: “histeria y narcisismo contra todo el que se oponga y con una gran carga de violencia desatada.” La definición ya empieza mal, porque si Terranova realmente quisiera hacer el esfuerzo de cuestionar al feminismo, al menos se preocuparía por no incurrir en uno de los clichés machistas por excelencia: descalificar una postura tan solo atribuyéndole la cualidad de “histeria”. No vamos a centrarnos en la ofensiva combinación de texto e imágenes del artículo, el mismo Terranova confiesa que esto podría ser tendencioso, pero al parecer aceptable, ya que decide de todas maneras proseguir con su diatriba contra el feminismo. Luego Terranova acusa al feminismo de “haberse vuelto” represivo, porque según él hoy no puede ser contradecido. Por supuesto que cualquier movimiento que reclama igualdad de derechos puede ser contradecido, alguien podría perfectamente no estar de acuerdo con que las mujeres y los hombres tengan igual cantidad de días de licencia por maternidad/paternidad, o podría oponerse a la legalización o despenalización del aborto, o podría incluso oponerse al derecho de trabajar o votar de la mujer. Por supuesto que, en diferentes ámbitos y con diferentes grados de intensidad, aquel que se oponga a dichas cuestiones sufrirá algún tipo de reprobación social o no, pero en todo caso cada uno deberá correr con ese riesgo al defender lo que piensa. Ahora bien, oponerse al “feminismo” sin más, contradecirlo sin ningún tipo de explicitación acerca de sus propuestas y definiciones me parece, sino una esperable reedición de un anti-feminismo vacío al que todavía se le da bastante lugar en los medios, al menos un ejercicio de flojera intelectual.

2. En su segundo apartado Terranova enuncia su iluminadora definición sobre el feminismo como “histeria y narcisismo violentos”. Pero antes da algunas precisiones de las cuales parece estar muy seguro: “Yo digo que hoy no existe un feminismo lúcido o inteligente. Eso se acabó.” ¿Deberían sus lectores agradecerle esta espléndida noticia acerca de la muerte del feminismo lúcido? Es raro, porque yo por el contrario cada vez encuentro cada vez más iniciativas feministas -o aledañas al feminismo y a las teoría de género- interesantes. Tal vez Terranova podría visitar el blog economía feminista, o cursar el nuevo seminario sobre epistemología crítica feminista y trans en la UBA, o tal vez anoticiarse de que existe una nueva corriente de metafísica feminista en el mundo, o incluso tan solo podría mirar algunas capítulos de Broad City si le parecen muy trabajosas mis primeras propuestas. Pero Terranova se nos adelanta y nos dice que “las feministas serias hacen planteos de clase que colorean con reflexiones sobre género, o son historiadoras, o se dedican a la filosofía, o directamente no son feministas”. Me pregunto cómo será colorear un planteo de clase con reflexiones sobre género. Me pregunto de dónde saca Terranova que las feministas serias son filósofas o historiadoras que, encima, ni siquiera son del todo feministas o incluso parecería que ni siquiera saben lo que hacen. ¿Tendrían que agradecerle a Terranova las feministas por explicarles en una frase cuál es su verdadera vocación?

3. Finalmente Terranova sentencia que el feminismo tiene una capacidad nula de transformar el presente. ¿En qué se basa Terranova para sostener con tanta convicción esto? No lo sabemos. Nada más no dice que “las mujeres en la Argentina -¿por qué en Argentina? ¿Acaso Terranova acuerda mucho más con las feministas brasileñas, alemanas o iraníes?- son feministas sin condicionamientos, sin deberes, por el solo hecho de reclamar derechos que muchas veces ya poseen -¿cuáles?- por el solo hecho de compartir una vaga idea de identidad bienpensante que no demanda ni esfuerzos ni sacrificios ni, desde luego, mayor discusión.” Casi que esta última frase podría aplicarse perfectamente al anti-feminismo de Terranova, quien parece entender al feminismo como una entelequia violenta que cercena su posibilidad de expresarse. No queda claro qué espera Terranova que haga el feminismo, ¿tomar las armas? ¿organizar un ejército? ¿armar un partido y presentarse a elecciones? El feminismo es mucho más razonable que eso. Las feministas, contrariamente a lo que él piensa, dedican muchas horas de su vida a pensar, difundir y actuar en la sociedad. No es solamente expresión del feminismo una pintada que dice “comer carne es heterosexual”, que tanto aterra a Terranova. ¿Acaso nunca escuchó -en su entrañable Argentina- a una persona acusar de homosexual a otra por ser vegetariana?¿acaso no sabe Terranova que tradicionalmente el asado en Argentina lo hace el hombre y que eso es una expresión de la división de género que muchos mamamos desde muy chicos? ¿Que el hombre hace el asado y la mujer las ensaladas y que eso no se discute? El feminismo también actúa, discute y se expresa en conflictos más cotidianos sobre la igualdad de género, sea en el Encuentro Nacional de Mujeres, sea a través de las pintadas que horrorizan a Terranova (parece que le parece mucho más digno, útil y “sacrificado” denunciar eso que denunciar las groserías que diariamente las mujeres tienen que escuchar en la calle), sea cuando un(a) feminista consigue que sus amigxs, su padre o madre, sus hermamxs respeten un poco más sus reclamos, que son muchos y que están pendientes.

The Clan

miércoles, 13 de julio de 2016

MINEFIELD


de Lola Arias. Protagonizada por veteranos de la guerra de Malvinas. Junio 2016. En el Royal Court Theatre. Reseña.

martes, 28 de junio de 2016

Brexit


Unos meses luego de que yo llegara a Inglaterra, a fines de 2014, hubo un referéndum en Escocia para decidir si los escoceses seguían siendo parte del Reino Unido o no. Recuerdo que mi tutora me dijo ‘La votación va a ser peleada, pero van a terminar quedándose’. Su respuesta fue la misma cuando le pregunté por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (el famoso Brexit). Me quedé tranquila, si no falló la otra vez tampoco puede fallar esta, pensé.

Not another play about War

Entrevista a Lola Arias en Latino Life